Y es que con las exigencias de la educación a distancia, más la crianza, más las tareas de oficina o de gestión del propio empleo no es para menos: 24 horas del día son 24 horas de estrés y de estar a demanda, de manera permanente.
Contribuye a esto el factor que de facto sea la madre quien se encarga mayormente de todas las actividades que conciernen a los niños en el hogar. Tareas que antes caían, por ejemplo, en manos de los abuelos u otros cuidadores.
Entre los factores de cambio se encuentran el que los hombres realicen más parte de este trabajo cada día más, y el que las pantallas digitales puedan a veces distraer a los niños buenos ratos, sin ser, por supuesto, la solución ideal.
¿Llegará el teletrabajo para quedarse? ¿Es lo mismo el teletrabajo que el home office? ¿Con qué herramientas contamos para hacerlo mejor para todos?
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