martes, 12 de marzo de 2019

El estrés en la maternidad

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Cuando del manejo del estrés se trata, la vida de mamá es un acto de malabarismo. Pero se trata de unos malabares para los cuales es imposible prepararse del todo de antemano.

Y es que la crianza infantil en sí misma conlleva múltiples tareas interminables que para muchas mamás resultan abrumadoras. A mamá le corresponde, no solo ocuparse de su bienestar personal, sino del de sus hijos, y en muchos casos también de la administración del hogar y de ocupaciones laborales fuera de casa. Aún en las mejores circunstancias, a diario toda mamá enfrenta cambios y problemas, sean menores o mayores. Y, ¿conocés a alguna mamá a quien le sobre tiempo o ayuda?

El estrés es una reacción natural a presiones físicas, emocionales y ambientales. Además, toda la familia se perjudica cuando el estrés de mamá está fuera de control, especialmente los niños pequeños. Se ha demostrado que hasta los fetos responden alterados cuando la madre siente estrés. Y bajo la influencia del estrés, la mejor mamá puede descuidar o maltratar a sus hijos. Lo importante, además de tratarlo, es, primero, reconocerlo.

Señales y síntomas en tu cuerpo:

Tu ritmo cardiaco y respiratorio, presión sanguínea y tensión muscular suben.
Tu proceso digestivo y tu resistencia a las enfermedades bajan.
Tu digestión cambia (acidez, estreñimiento, diarrea, etc.).
Tu patrones de sueño cambian (insomnio, pesadillas, etc.).
Tu nivel de energía fluctúa (agotamiento, agitación, etc.).
Tu menstruación se irregulariza.
Dolores, achaques, infecciones y enfermedades surgen o se empeoran.

Cuando detectes estos síntomas en conjunto, es posible que te esté atacando el estrés. Hacé entonces las cosas que te calman, o que disfrutés. Pedí ayuda a tus amigos y familia. Date un tiempo exclusivamente para vos. Esto es lo que hace falta.

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