Me encanta hacer actividad física con mi bebé

Me siento más fuerte, más sana, más enérgica, y él... se divierte

No hay motivos para no entrenar juntos

Yoga, paseos, caminatas, natación... son infinitas las actividades que podés hacer con tu bebé.

jueves, 25 de octubre de 2018

Movimientos equilibrio para bebés

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La actividad física en el bebé tiene un propósito fundamental y básico durante su primera infancia: prepararlo para conocer el mundo que lo rodea. Por lo tanto, los ejercicios que se intenten promover y facilitar, durante este período, deben atenerse siempre a este objetivo.

Por supuesto que uno de los sentidos más importantes a desarrollar es el del equilibrio. Éste favorece la coordinación y ayudan a desarrollar también la vista, a partir de los movimientos de rotación de la cabeza en diferentes planos.

Si bien la adquisición del equilibrio es algo que compete por entero a tu bebé y forma parte de su evolución psicofísica, hay algunas actividades específicas que podemos hacer con ellos para ayudarlos a hacer sentido de su cuerpo y facilitar su apropiación.

Llevarlo en brazos y girarlo despacio, promoviendo que mire hacia distintos lugares, lo que complejiza su mundo visual y el entendimiento del mundo.

Podemos bailar con él o ella en brazos, teniéndolo verticalmente, relevando la necesidad de que se apoyen en sus pies pero promoviendo la coordinación del torso.

Jugar a hacer con él o ella un avión, para que, acostado en nuestros brazos, comience a abrir los brazos y tensionar las piernas.

A veces, encontrar la oportunidad para ayudar a tonificar su cuerpo y activar los diferentes grupos de músculos es todo un juego. Y nada más!

miércoles, 17 de octubre de 2018

Actividad física en el embarazo: una ayuda para el desarrollo cerebral de tu bebé

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¡Cuántas mamás y papás vienen a consultarme por las mejores actividades físicas y ejercicios para potenciar el desarrollo de sus bebés! Muchos quieren empezar cuanto antes a ir por el sendero más apropiado. Sin embargo, ¿sabrían que el momento más temprano e idóneo para hacerlo podría ser precisamente cuando el bebé aún está en el útero de su mamá?

Según varios estudios médicos, el mejor camino para potenciar la evolución neurológica de los bebés depende de que la madre haga actividad física moderada durante la gestación. Esto se probó mediante la realización de un breve encefalograma a los recién nacidos, a quienes sometieron a una breve prueba de memoria auditiva, encontrando que aquellos hijos de madres activas exhibían mejores resultados en el test.

Por supuesto, la ciencia necesita de mayores experimentos y pruebas para concluir cuán necesario y de qué grado sería el ejercicio más beneficioso para la mamá y su hijo o hija; pero lo que ya sabemos, de lo que podemos estar más que seguros —y yo insisto con esto en mis clases para embarazadas— es que la inactividad física excesiva y el sedentarismo durante el embarazo no son nada buenos.

No sólo como vimos alguna vez, durante el parto, en el cual un cuerpo que no goza de cierta tonicidad muscular y resistencia aeróbica se encuentra en desventaja ante un momento de pura exigencia. También conduce a una alimentación deficitaria para el bebé, a una metabolización más lenta y menos provechosa de los nutrientes que su madre le ha pasado hasta el útero.

Entonces, ya saben. Futuras mamás: encarar una actividad física ligera será genial para ustedes y para sus bebés! Manos a la obra!

Nos leemos la próxima!

martes, 9 de octubre de 2018

Hipotonía muscular en bebés: cómo detectarla

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La hipotonía es una condición que afecta notablemente a los bebés. Se trata de una condición que, en pocas palabras, consiste en una debilidad muscular muy marcada que detectaremos enseguida ya que, al alzar a nuestros bebés, los veremos como muñecos de trapo.

Esta condición, también llamada síndrome de los músculos flácidos, hace que los bebés que la padecen resulten más elásticos y delgados que otros bebés de su misma edad. Sin embargo, es fácil o puede serlo, errar el diagnóstico. Por eso, vamos a dedicar un momento a listar cuáles son los síntomas reales:

Un control débil de la cabeza. Esto se nota enseguida: se presenta como una incapacidad de sostener erguida la cabeza después de los tres meses. Ésta se vuelca hacia delante, atrás, o uno de los costados del cuerpo, indistintamente.
Disminución de la fuerza de los músculos y del tono muscular. Lo notaremos al palpar el cuerpo del bebé y al ver con cuánta dificultad pueden tratar los bebés de asir un objeto determinado, o nuestro dedo: tenderán a hacerlo con debilidad.
Les costará adoptar una postura y sostenerla. Puede ser que los recién nacidos tengan dificultades para sostener una postura, pero si no alcanzan a mantenerse de un lado o extender un brazo, esto podría ser síntoma de hipotonía muscular.
Flexibilidad extrema. Veremos a los niños arquearse mucho hacia atrás.
Ante estos síntomas fácilmente observables, deberías consultar con tu pediatra sobre el tratamiento a seguir. Muchas veces, esta hipotonía puede ser controlable con algunas pequeñas sesiones de fisioterapia y cambios en ciertos hábitos y la alimentación, por lo que no son causa de mayores padecimientos. Sin embargo, no dudes en hablar con un profesional a la primera combinación de los síntomas antes mencionados. Como siempre, la atención temprana será clave en la resolución de esta condición médica.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Problemas de motricidad y movimiento en recién nacidos y bebés

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Si una cosa tenemos que tener siempre presente es que los recién nacidos y bebés nos muestran su desarrollo social y cognitivo principalmente a través de su desarrollo motor. Esto quiere decir, por otro lado, que lo que un niño estará en condiciones de aprender estará determinado por aquello que está en condiciones de explorar y conocer por medio de su corporalidad desplegada.
Por otro lado, esto quiere decir también que un bebé con problemas motrices necesitará de una atención especial para interactuar con el entorno por la capacidad faltante. Reconocer esta falencia y tratarla son el propósito de la entrada de hoy.

Los problemas motrices en los infantes suelen provenir de causas hereditarias y de nacimiento, como de causas circunstanciales. Las primeras, por ejemplo, involucran rigideces musculares por deformidades congénitas; las segundas, estas mismas rigideces por un esguince, por un malestar relacionado con cólicos, fiebre o enfermedad, etcétera. Ciertamente, estas “imposibilidades” físicas se traducen en una paralela imposibilidad motriz y una consecuente “insuficiencia” exploratoria que es la causa de los problemas cognitivos o las dificultades sociales o emocionales de las que hablábamos al comienzo.

Estas causas se tratan de dos maneras. La más sencilla es la identificación del problema circunstancial, es decir, el dolor o malestar ocasional que pone un límite al bebé. Esto se diagnostica primero con la mirada atenta de los papás y los adultos circundantes, y luego con el del médico pediatra en la consulta a raíz de lo observado.

Las rigideces musculares y dificultades de movimiento de leves a severas requieren la intervención de un especialista en fisioterapia infantil. Que sea especialista en “infantil” hace toda la diferencia del mundo, ya que el trabajo no puede encararse de la misma manera que un adulto. Ellos trabajan, además, con tantísimos bebés prematuros que, para decirlo de alguna manera, comienzan un poco tarde su entrada en el mundo, a diferencia de aquellos que llegaron a término y enseguida se pusieron en marcha.

Si creés que tu bebé puede tener algún trastorno de motricidad, no dudes en consultar a un especialista. Recordá siempre que sus primeros 24 a 36 meses de vida son claves en el desarrollo de las estructuras psíquicas y físicas que lo acompañarán toda su vida.
¿Preguntas? ¡Las leo!