La actividad física en el bebé tiene un propósito fundamental y básico durante su primera infancia: prepararlo para conocer el mundo que lo rodea. Por lo tanto, los ejercicios que se intenten promover y facilitar, durante este período, deben atenerse siempre a este objetivo.
Por supuesto que uno de los sentidos más importantes a desarrollar es el del equilibrio. Éste favorece la coordinación y ayudan a desarrollar también la vista, a partir de los movimientos de rotación de la cabeza en diferentes planos.
Si bien la adquisición del equilibrio es algo que compete por entero a tu bebé y forma parte de su evolución psicofísica, hay algunas actividades específicas que podemos hacer con ellos para ayudarlos a hacer sentido de su cuerpo y facilitar su apropiación.
• Llevarlo en brazos y girarlo despacio, promoviendo que mire hacia distintos lugares, lo que complejiza su mundo visual y el entendimiento del mundo.
• Podemos bailar con él o ella en brazos, teniéndolo verticalmente, relevando la necesidad de que se apoyen en sus pies pero promoviendo la coordinación del torso.
• Jugar a hacer con él o ella un avión, para que, acostado en nuestros brazos, comience a abrir los brazos y tensionar las piernas.
A veces, encontrar la oportunidad para ayudar a tonificar su cuerpo y activar los diferentes grupos de músculos es todo un juego. Y nada más!
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