Muchas mamás vienen a mis clases de educación física y me preguntan si hay algún consejo que pueda darles para sus hijos. La gran mayoría son mamás jóvenes, con bebés que a veces no llegan al año, así que el menú de consejos que puedo darles es bastante limitado.
Les cuento lo que probablemente saben: que el cuerpo de su bebé está en una etapa de constante desarrollo, y que buena parte de éste lo hace hasta que tiene poco más de dos años. Buena parte en el sentido de que se alcanza a parar, a mantener erguido, y a alcanzar cierto dominio sobre su cuerpo que en la retrospectiva de lo que es su corta vida representa un desarrollo ENORME.
Luego les digo lo más específico: los niños deben jugar todo el tiempo que puedan. El ejercicio, para ellos, es eso: conocer el mundo, moverse, gatear, mover las manos y los brazos cuando son demasiado pequeños. Todo el secreto está ahí, y también, por supuesto, en una nutrición adecuada.
Sin leche materna, sin una correcta lactancia, frecuente, abundante, es difícil que los chicos tengan la energía que necesitan para hacer todo lo que quieren, y lo que deben.
Leche + juego es, para mí, la fórmula ganadora para el mejor desarrollo en estos primeros dos años de vida del bebé.
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