
La maternidad no llega sola. Por supuesto, viene con todas las cosas y las sensaciones buenas que trae nuestro niño/a. Pero también conlleva presión, estrés y tensiones habituales, no necesariamente graves, pero casi siempre desgastantes del ánimo y la paciencia.
¿Cómo evitar esa sensación de agobio? Escapar de las responsabilidades no es una opción: tenemos que hacer algo que nos guste. Algunas opciones: masajes, cocinar, tocar un...