
El cuerpo de la mujer pasa por muchos cambios hormonales durante y después del embarazo. Cuando una mujer está embarazada, su cuerpo produce las hormonas femeninas estrógeno y progesterona en cantidades mucho mayores. Sin embargo, durante las primeras 24 horas después del parto, estos niveles de hormonas disminuyen rápidamente a niveles que ya no son los del embarazo. Estos repentinos cambios hormonales pueden ocasionar la depresión de manera similar que las hormonas menstruales pueden desencadenar síntomas parecidos a los que se presentan durante y después del periodo menstrual de una mujer.
Esta depresión, en general, tiende a teñir la mirada del mundo de manera negativa. Es importante que las madres recientes o quienes piensan serlo no piensen que la maternidad es un pozo de depresión; más bien, es un proceso que implica diferentes etapas y ciertamente muchos cambios en el cuerpo de una mujer.
¿Cuál fue tu experiencia?
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