
Luego del parto, la madre puede sentirse cansada, dolorida y excitada a la vez. Esto requiere tomar las cosas con calma. No se recomienda recibir visitas durante las primeras horas, ya que es fundamental preservar este espacio para que ambos padres y el bebé se conozcan y se repongan del fuerte impacto emocional. Luego las visitas deben ser reguladas según como se encuentren la mamá y el niño.
Dado que el recién nacido es sumamente sensible al tacto y al olfato y sólo reconoce a sus padres en ese momento, ellos son los que deben alzarlo en brazos preferentemente.
Si la cantidad de visitas es mucha, es mejor enviar al bebé a la nursery ya que los ruidos intensos lo sedan y dormirá plácidamente toda la tarde pero luego por la noche, esta sobreexcitación generará llantos inconsolables (tipicamente cuando ya se fueron las visitas y la madre necesita descansar)
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