Los beneficios menos pensados de la actividad en los bebés

Conforme pasan los años y la ciencia progresa, más y más estudios se conocen sobre los beneficios de la actividad física en bebés e infantes menores de tres años. Estos beneficios están mucho más estudiados y comprobados para los menores, jóvenes y adolescentes, pero hasta hace un tiempo estaba menos claro en lo bueno que podía hacer para los bebés. Si muchas mamás de la clase me preguntan por los beneficios “clásicos” de la actividad física, los cuales se perciben casi siempre en la forma de evitar la obesidad, pocos lo hacen prestando atención a otros aspectos que es importante no descuidar en nuestros niños.

Tales aspectos, por ejemplo, son los que tienen que ver con la socialización y las llamadas habilidades sociales de los bebés, las cuales pueden ser fácilmente potenciadas, mejoradas y pre desarrolladas a través de la actividad física, la cual redunda en una mejor comprensión del mundo y consecuentemente de las relaciones entre el bebé y su entorno.

Otro aspecto positivo a tener en cuenta es que los ratos de actividad física y juego “intenso” sostenidos en el tiempo son importantes a la hora de mejorar la atención de los niños en edad preescolar.

Por lo demás, ya sabemos: las altas tasas de actividad física en la infancia conducen a una alta probabilidad de que los niños sean también activos en la juventud e incluso en la adultez. Pero a más corto plazo, esta actividad física habrá redundado en una salud mejorada para los huesos, el corazón y los músculos, de cualquier manera.

Así que, por donde lo mires, establecer pautas de juego regulares es una buena, buenísima idea!