
Ser mamá tiene muchos desafíos, y uno no menor es el de pararse en la puerta de la guardería, o del pediatra, y ponerse a hablar con otras mamás sobre sus hijos y qué tal van creciendo. Es imposible evitar hacer alguna comparación, o peor, comenzar a creer que nuestros hijos están en una especie de carrera evolutiva, y que a algunos les puede ir mejor que a otros.
Sin embargo, hasta cierto punto, es así. Mi toque de obsesión me hizo detenerme...